De Vuelta a mi Parcela

De vuelta a mi Parcela!!

Lo primero que se me ocurrió fue ir a cortar mis elotes blancos, amarillos y negros.
Ahh, qué alegre mañana!! En el camino las charchalacas y un sin fin de aves
entonaban su cantar. Por cierto, la milpa ya está casi camagua.
Además de elotes corté mis ejotes, y traje hierba mora; (ímach le decimos en mam y mak'uy en q'eqchi).

De regreso a casa, de repente se me cruza en el camino una serpiente, Y dije: Oiga amiga me asustaste! Y me contestó: Tranquilo amigo que soy el guardián del bosque!; en tanto, las chicharras que en estas épocas brotan de las tierras fértiles hacían gran bullicio en los árboles y dije: Ah, que cómo hacen tanta bulla-
Y me contestan: Tranquilo amigo, que no es de todos los tiempos.
Y seguí caminando...

Entre las hojas secas escuché las huellas de un animal que venía hacia mí y sentí miedo, creí que era un tigre; cuando lo ví, era un venado, bueno no me fijé exactamente si era venado o venada jaja; y dije: Oiga, me asustaste! Y me contestó: Tranquilo amigo, que yo no hago daño a nadie, tan solo estoy pastando.

Estando ya en casa, hice fuego y me puse a asar mis elotes en la braza. En tanto, mi querida madresita preparaba tamalitos y atol de elote.
Han probado un atol de elote de cuatro colores?
Ah, qué delicia la mía, máxime que yo no le echo fertilizantes y ningún tipo de agroquímicos a mis cultivos.

El calor era tan sofocante y quise ir a bañarme al río.
Tenía dos opciones: Si quería bañarme en aguas un poco más helada, me iba al río chixoy; y si quería bañarme en algo tibio, me iba al río Copalá;
Así que decidí ir al río Copalá. Vaya que estas aguas aun están limpias, Sin embargo, sobre esto, piensan construir la mentada represa xalala.

Estaba tan cansado que me quedé dormido sobre la arena fresca del río.
Wau!!, Me desperté, ya casi entrando la noche; Así que me puse a bañar y regresé a casa ya a oscuras, y me dí cuenta que ahí estaba ya mamá luna con su radiante resplandor.
_De repente vi en el cielo una estrella fugaz; Nó, no era en el cielo y no era una estrella fugaz, era una luciérnaga o cucayo, (cucax le decimos en mam) que venía enfrente de mí alumbrándome el camino...
Ahh, qué vida la mía! Por eso yo amo a la tierra, protejo la naturaleza y defiendo mi territorio.
Otro día les cuento de mi próxima viaje a la parcela, traeré ayotes, guisquiles, yuca, cebollines y mucho más...